
La TV se enciende y con ese incierto movimiento, sus habitantes se desparraman por nuestras habitaciones. Ahora encuentro que hay voces por todos lados, unas opinan, otras replican, todas tienen rostros y miran como si tuvieran los cuencos vacíos. De golpe la veo. Ahí esta esa pobre mujer, por ejemplo, que esta limpiando su casa muy tranquila y de pronto se le aparece un tipo que sin siquiera preguntarle como se siente hoy, buenos días, etc. se le instala en la cocina a ayudarla... Este tipo que parece tan entusiasta se saca la camisa y le explica que otra vez esta haciendo mal las cosas. Me doy vuelta, no puedo soportar ese rostro joven y vivaz, agradeciendo esa increíble falta de amor. No debería ella decirle algo como -por favor, eso ya lo habia hecho antes y no me resulto? o mucho mas sencillo, -por favor se retira que con esos zapatones me esta ensuciando el piso?. en fin, no se puede transitar por enfrente de la TV sin tener derecho a replica.
