
ex presiones de fanatismo de P, parte I.
Heme aquí, mirando un poco en perspectiva, la nada misma, escuchando el cantar de una eterna diva, casta y no por ella, menos preciosa. Sin ninguna razón, o sea, sin razonar demasiado nada me encuentro enfrente de la televisión, que emite un partido de fútbol. Pienso: que carajo me importa a mi, un partido de fútbol?. Dejo pasar ese pensamiento. Dejo pasar todos los pensamientos y empiezo a percibir un sentimiento que no se que pasa que no deja de crecer, crece como un árbol maldito, mejor dicho, como una planta que llega hasta el cielo.
Que pasa? que pasa que todo ese juego de 22 tipos (o no se cuantos), detrás de una pelota, se vuelve importante, curiosamente comienzo a sufrir... que si se la pasa al otro, que si la pierde, la pelota. Todo pasa por quien tiene la pelota. Me entusiasmo, me angustio, me emociono, de golpe, unas ilusiones inmensas se apoderan de mi corazón, quiero que gane mi equipo. No me importa nada. El tiempo vuela, de 5 minutos el reloj pasa a 20 y de 20 a 42 (no quiero que pase) y se escurre como arena entre los dedos, nomas. Basta, paren los relojes que todavía no hicimos ningún Gol!. Por favor, no tuve tiempo para pensar en nada. Suena un silbato. Algo paso. Fin del primer tiempo. Lo único que me importa ahora son estos 15 minutos que me quedan para tranquilizarme y darme animo: vamos a ganar. Hablo por teléfono (solo con los de mi equipo, el resto poco importa). Subo el volumen, me parece que están demorando el segundo tiempo, algo se traen. Mi equipo debe tener una estrategia perfecta, un contraataque, imagino que ya tienen la formula para ganar el partido. Somos mejores, pienso, con gran entusiasmo. No puedo ni caracterizar al enemigo, de tan sosos que son por favor, que falta de espíritu guerrero, parece que van a un desfile. Pero por quien nos toman? Empieza, subo aun mas el volumen, los relatores comentan cosas interesantes, detalles, interpretan, no siempre estoy de acuerdo y discuto al boleo con exaltación. "Eso no es cierto", reclamo a la pantalla verde! Pero nadie asesta el golpe. No importa, sigue el juego, comienzo a sentir desprecio por el otro equipo, creo que juegan mal y que la hinchada es un desastre, apenas se escucha, en cambio mi equipo, mi equipo, que hinchada que tiene!. Somos pocos pero que poesía, que ritmo, nadie nos iguala.
Una pasión desbordante me ataca por todos lados, el arbitro es un desgraciado, cobra todas las infracciones para el otro lado, por lo menos que le pagaron un millón de pesos, increíble este tipo, el primero que recibió mi odio de este lado de la pantalla.
Parte II
perdimos. nada tiene sentido, mi equipo es horrible, la hinchada no grito a voces lo suficiente, los adversarios estafaron el juego, patearon como locos, hicieron trampa, jugaron sucio y compraron a todos los jueces. Los de linea, los de punto, los de trapo.
Parte III
querido amigo del equipo contrario, hago un llamado de enemistad en el deporte que jamas nunca volveré a seguir, padre y madre de tanta irracionalidad, que hace llenarse de demonios el corazón. Jamas me alegrare por tu victoria, jamas me volveré a sentar en frente de la pantalla verde, a ver que pasa, a intentar una y mil veces, aplastarlos con las dimensiones del buen juego. Siempre puede haber un faul mal cobrado por no hablar de los penales, siempre robados, o intencionales. Al menos quería que supieras que una tipa como yo, aficionada, apasionada, y sufriente se desliga de la escena. Solo me queda saber, por las dudas, en que fecha nos encontraremos.........