sábado, 23 de enero de 2010

ama de casa hace poesia

era verdad soy como el decía
una ama de casa haciendo poesía
nada indica lo contrario
derivaciones de una inocencia
de una infancia sin rastros de niñez
una gota sin agua que dibuja un dibujo de humedad
solo me extraña llegar como un perro herido
y no saber a donde ir a lamer esas heridas
otra vez, como siempre
llego a la puerta de mi amo
y espero
a que se digne a abrir esa entrada a la vida que tenia
una casa adentro de otra casa
una cocina
una sarten y un par de ollas
ama de casa
perro herido
puerta cerrada
puerta abierta
cebolla y morrones
olor a comida
hace poesia.

domingo, 17 de enero de 2010

cajita mágica eres tu




Nada por aquí nada por alla

cajita mágica (eres la única), eres tu.

En este sillón recostado voy

esperando un poco que te enciendas tu.

salgo contigo soñando

por los confines que no se detienen.

El encierro podrá someterme a su inagotable espera

y podrá el tiempo hacerse el tonto, el que no camina.


Para entonces

cajita mágica, solo tu y yo

solo tu con esa inigualable manera de hacer girar.


Ya llega el momento en que debo dejarte una / otra vez.

Miles de estrellitas titilantes le dieron significado al sopor del tiempo. Condensado.

Nada puedo mover a mi antojo ahora

Todo acontece lejos de mi

Algo aparece de golpe que me llena de gracia.

Abro mi cajita magica y apareces tu,

codicia de mi dia y de mi noche,

impostergable.

Ellos no lo saben, no han visto todo lo que tu significas.

Si acaso lo supieran, tal vez quedaria una cascarita de lo que ahora eres.

Cajita magica eres tu.




lunes, 11 de enero de 2010

El Banco

-Pensé que estaríamos allá clavadas para siempre, Lu
-Si, a mi me pasó lo mismo
-De todas maneras, me parece que estamos acá charlando desde hace treinta años
-No te preocupes es una sensación de agobio que se te va a ir, no ves que hace unos minutos estábamos conversando con esos dos tipos allá adentro, en ese bar de malandras con una grapa pasada tiempo y añejamiento? Ahora estamos en el parque , nos comen los mosquitos pero nos pudimos des hacer de ellos sin muchas más explicaciones que "voy al baño ya vuelvo". Te acordás o no que eso pasó recién? Pe?
-Lo que recuerdo es que habia dos tipos en un bar y que dos minas muy sordas intentaban escuchar nombres y sucesos que no les interesaban en lo más mínimo, entonces se fueron al parque a que el oxígeno entrara a circular más fácilmente por la sangre y así poder pensar mas claramente en todo. Eso es todo lo que recuerdo.
-No se si pasaron treinta años, pero creo que pasamos diez haciendo las mismas cosas, estamos en este banco de plaza desde hace más o menos ese tiempo saltando del bar de enfrente, del de la vuelta, o aquel de la otra cuadra desesperadas por que se hagan las cuatro de la madrugada para venir acá y ver que pasa. Es un poco aterrador, no se que te parece.
-Lo aterrador es que no siempre podemos venir por este clima de merde que se comporta como un niño. No que vengamos acá ejectadas por las malas compañías. Las otras se fueron yendo, a hora queda saber cuál de las dos es la última en caerse del mapa.
-Si, tal vez yo estuve pensando en que diez años viniendo a este banco a comentar las estupideces que son capaces de hacer o decir estos tipos de malamuerte ya no es lo que era. Estoy cansada a las 4 de la madrugada, ya tengo 34 y el cuero no me da, esta democracia de a dos, se convertirá en un soliloquio en cualquier momento.
-Nosotras duramos más que el resto Pe, tenemos que resistir, si resistimos, esto tuvo sentido, si alguna abandona, nadie habrá ganado la pulseada.
-No la veo, este banco aparece en mis sueños, en mi trabajo, cuando me baño, y cuando intento leer cualquier cosa, me está asfixiando. No vos, eh? el banco. A veces pienso que me habla, que me llama, a veces, tengo que confesarlo, he venido sola. Al banco. Me pasa que a veces necesito venir acá y sentir que estoy a solas con él , que yo soy su preferida y me siento feliz, más allá de todo y de todas. Luego me voy con una sonrisa y me pregunto que pensará de ti, de las demás. También pensaba que otras personas se podían sentar allí, me desespero entonces vengo como un rayo y a cualquier hora me tiendo encima de él y me pregunto si esto que me pasa, le pasará a otras personas con algún otro banco de la plaza, pero no veo ninguna que me llame la atención verdaderamente. Casualmente me preguntaba si tú, o alguna de las otras venía y abrazaba a este encantador y especial banco de plaza, yo no las he visto nunca. Tal vez no nos hayamos, simplemente, cruzado. Probablemte despés de manifestarle todo mi cariño durante los dos o tres últimos años, yo deba ser la preferida, él me adora, me acoge con su piedra calisa y sus maderas lustrosas. En definitiva, te decía que tal vez estés muy cansada también y quieras retirarte, yo en ese caso, si me encuentro con las otras muchachas les digo que vos ganaste la pulseada y que todavía te veo, desde el bar, que te venís a sentar acá cerca de las tres de la madrugada. Andá tranquila, yo te juro que les digo, les digo .... bueno andá nomás yo me quedo un ratito más, pobre, si, pobrecito.

gaviota pesquera

el viento lleva y trae
un barco
y un conteiner
con ideas vagas y suplicantes

lo veo a lo lejos en su vaivén
que no se decide al desembarco
habla de gaviotas que no tienen frío
al mojar sus patitas en el agua helada de la costa

un dolor aqueja a una mujer pero desconocen su nombre
todos lo días se la ve pensando en definiciones imposibles
tanto se ha perdido en cavilaciones que no han podido convencerla de absolutamente nada
nunca han logrado una sola directiva acerca del destino de la embarcación
¿y, Doña, a soltar amarras?

Una sola mirada para acallar al viento y a sus marineros.

Otra vez, clava en el horizonte sus ojos de gaviota.
- Todavía quedan muchos peces dando vueltas. No creas que no los veo.

siesta

mis dedos se acomodan en las teclas del piano
tal cual lo haría mi cabeza en cualquier almohada
a la hora de la siesta.

no pasa del mismo modo con las palabras y las cosas
que no parecen sentirse cómodas unas con otras
en ningún papel blanquecino (ni luminario).

martes, 5 de enero de 2010

Fondo negro

Bien,
este estado de vagancia imaginaria necesita un cambio
(estaría bien que nadie lo notara)
Un cambio de fondo
ni siquiera un blanco sobre negro.
Solamente una brisa que mueva algunas hojas muertas.
La calle inspira un paseo
y un paseo inspira novedades.

En esta estación en que todo parece un paréntsis
algo pasa en el entorno y todos callamos esperando salir de él
y comenzar de nuevo
otra vez
lo mismo.

Llanura donde nada parece cambiar
(pero cambia
de manera imperceptible,
casi invisible ¿hacia el mismo sitio?).

Azul sobre verde
contornos que pinchan.
Sigo entreparéntesis
Veo desde una burbuja la gente que pasa
Veo desde una pecera
el tornasol de aquellos colores brillantes que me hacen cerrar los ojos

Los otros pasean, yo sigo sin entender hacia dónde va todo esto.

Un pensamiento se mezcla con otro. Se pegotean como los dedos de los niños comiendo pan de azúcar. Rosado.

Mejor vuelvo a casa,
allí me espera
un poco más de claridad,
de aire frío.

El clima está sudando un toque de río
Imagino (solo como escapismo) un poco de mar saldo, crocante.
Tal vez si camino un poco hacia allí, me pierda.