jueves, 21 de enero de 2021

murallas de la vida

 

Concesiones serias, llegadas a lugares inútiles, vacuos

Resignaciones sensatas, producto del deber ser, perdidas en pantanos dónde nada pasa

Abdicaciones emocionales, estado de insensibilidad, una roca se desarma menos lentamente que su alma, enjuta , apretada, doliente.

Sabrá el diablo que hacer con algo así. Llevar un alma a precio de mercado. Tantos años muerta ha bajado el precio . Se ha de-preciado. Nada vale un alma-piedra.

-De qué murió?

-De sensatez, responde el diablo

-Al cuartito de reciclado, enviar.Ya tuvo bastante tortura, sino pudo salir de la piedra ya está, no hay peor sufrimiento. Dejarla así. Un infierno es poca cosa para ella. Un diablo no le hará temer nada , ya murió para siempre.

Dos almas pasionarias. quién sueña a quién.

 

(hallasen sentadas dos almas,discutiendo acaloradamente , llenas de confusión y desesperación, en el 7mo infierno del Dante, acerca de los fundamentos que daban cuenta de las razones del sinsentido de estar allí).

 

 Un alma furiosa le dice a la otra que como se le ocurrió tocar el timbre y pedir permiso para una llamada, que esa farsa les había traído hasta allí. La otra muriendo ya por sexta vez y ahora también de risa, le contesta, pero si vos me soñaste, me llevaste con tu ansia de sentir algo, querida alma, estamos aquí por tu culpa; sin embargo, de nada me arrepiento, de tomarte, he bebido el agua más bendita, más saturada, más apasionada, no, nunca jamás me podría arrepentir. (...) La otra vuelve a la carga: yo no te soñé; mentiras, infamias, estabas ahí con tu cuerpo y tu suspicacia. Ahí estabas , ahí metida, y luego, bueno, luego te metiste en serio, no tenías porque hacer eso. Lo hiciste sin pedir permiso, agua va, nada. Te metiste en entre mis piernas, bien adentro, transpirando a gotas enteras, pesadas, sobre todo mi ser, yo sentí todo. Cada suspiro, cada caricia, cada embestida. Y te pesqué adentro de tu propio cuerpo luchando por buscarme, por encontrarme. Yo no te soñé. Yo no te traje , vos me tocaste el timbre. Que te lleven los demonios ya mismo y que otra vez te arranquen el corazón. Quiero verlo. Maldigo mis entrañas el haberte visto, el haberte dado el gusto de tenerme y por tu culpa mi deseo se despertó de su letargo, como domado. Ay ay ay . (...) Pero por favor si yo ya había llegado antes de entrar por esa puerta, ya me hiciste el hechizo que hoy padecemos aquí, mi corazón, mi corazón es tuyo, una y otra vez a tu vista, hasta que dejes de soñar-me.